Candelita.-Sí, señó: A entregá una farda .
Santiago.-¿A qué hora?
Candelita.-¿Qué hora es?
Santiago.-¿Hora? Verá usté. Yo arranqué de mi caza a las diez y cuarto. De mi caza ar café, que esta ayí a la vera, diez minutos. Totá: Las diez y veinticinco. Tomé café con leche...y una copita. Total: La once menos cuarto. Fui a la bodega de Don Rufino: Las once menos diez. Discutí con é zi ze zurfatan las viñas o zi no ze zurfatan: Las once y cinco..
Candelita.-(Estallando) Pero, arma mía¿No tiene uste reló?
Santiago.-No tengo reló; Zino que me gusta carculá la hora en el aire.
Candelita.-¡Es que mientras usté la carcula suena er de la iglesia!
Santiago.-Mejon zi zuena; Porque entonces pongo bien er mío.
Candelita.-¿Y qué hora tiene usté en er suyo?
Santiago.- (Después de sacar el reloj y de aplicárselo al oído) ¿Por la iglezia o por la estación?
Candelita.-(Levantándose) ¡Por er demonio que se lo yeve a usté! Deme usté er reló. (Se lo quita de la mano, lo mira y se lo devuelve furiosa) ¡Las dose menos cuarto! ¡Ya salimos de dudas!¡Jesú con el hombre!
Santiago.-¡Qué viva de genio ez usté!
Candelita.-No hijo mío; Es que no pué aguantarse que yeve usté relo y pierda tanto tiempo carculando las horas.
Santiago.-¿Y a que no zabe usté por qué lo hago? To tiene zu porqué. Por zi argún día ze me orvía er reló. Como me acuesto a oscuras toas las noches, por zi arguna ve ze me orvían los fósforos....
Santiago.-¿A qué hora?
Candelita.-¿Qué hora es?
Santiago.-¿Hora? Verá usté. Yo arranqué de mi caza a las diez y cuarto. De mi caza ar café, que esta ayí a la vera, diez minutos. Totá: Las diez y veinticinco. Tomé café con leche...y una copita. Total: La once menos cuarto. Fui a la bodega de Don Rufino: Las once menos diez. Discutí con é zi ze zurfatan las viñas o zi no ze zurfatan: Las once y cinco..
Candelita.-(Estallando) Pero, arma mía¿No tiene uste reló?
Santiago.-No tengo reló; Zino que me gusta carculá la hora en el aire.
Candelita.-¡Es que mientras usté la carcula suena er de la iglesia!
Santiago.-Mejon zi zuena; Porque entonces pongo bien er mío.
Candelita.-¿Y qué hora tiene usté en er suyo?
Santiago.- (Después de sacar el reloj y de aplicárselo al oído) ¿Por la iglezia o por la estación?
Candelita.-(Levantándose) ¡Por er demonio que se lo yeve a usté! Deme usté er reló. (Se lo quita de la mano, lo mira y se lo devuelve furiosa) ¡Las dose menos cuarto! ¡Ya salimos de dudas!¡Jesú con el hombre!
Santiago.-¡Qué viva de genio ez usté!
Candelita.-No hijo mío; Es que no pué aguantarse que yeve usté relo y pierda tanto tiempo carculando las horas.
Santiago.-¿Y a que no zabe usté por qué lo hago? To tiene zu porqué. Por zi argún día ze me orvía er reló. Como me acuesto a oscuras toas las noches, por zi arguna ve ze me orvían los fósforos....
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