El Día Internacional del Libro es una conmemoración celebrada a nivel internacional con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. Tiene su origen en la Diada de Sant Jordi (Día de San Jorge) celebrada en Cataluña, donde ha sido tradicional desde la época medieval para los hombres dar rosas a sus amantes, y desde 1925 para las mujeres dar un libro a cambio.
La elección del día 23 de abril como día del libro y del derecho de autor, procede de la coincidencia del fallecimiento de los escritores Miguel de Cervantes, William Shakespeare en la misma fecha en el año 1616, aunque realmente no fuese en el mismo día, debido a que la fecha de Shakespeare corresponde al calendario juliano, que sería el 3 de mayo del calendario gregoriano y que Cervantes falleció el 22, siendo enterrado el 23.
La propuesta fue presentada por la Unión Internacional de Editores a la Unesco, con el objetivo de fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. El 15 de noviembre de 1995 la Conferencia general de UNESCO aprobó la propuesta en París, a partir de lo cual el 23 de abril sería el "Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor".
El "Día del Libro" fue propuesto con la finalidad de promover la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad. Sin embargo, en los países de habla hispana también se proclamó esta fecha como el "Día del Idioma", con el propósito de impulsar el uso de la lengua castellana.
En España, esta fecha se aprovecha para entregar el premio literario a los autores hispanos por el Rey de España, denominados Premios Cervantes. Este es el mayor galardón realizado a los autores hispanos.
La tradición de intercambiar libros corresponde a una leyenda en el Día de Sant Jordi, la cual narra que un dragón tenía asustados a los habitantes de un reino. Entonces, decidieron dar diariamente a una joven para saciar su apetito, pero pronto el país se empezó a quedar sin mujeres. Por fin, llegó el tiempo de dar a la hija del rey, y esta fue rescatada por un príncipe que mató al dragón. Sin embargo, cuando cayó la sangre del dragón al suelo ésta se convirtió en rosas que el joven dió a la mujer. Desde entonces, se instauró la tradición de dar flores a las mujeres y ellas a cambio libros en agradecimiento.
La elección del día 23 de abril como día del libro y del derecho de autor, procede de la coincidencia del fallecimiento de los escritores Miguel de Cervantes, William Shakespeare en la misma fecha en el año 1616, aunque realmente no fuese en el mismo día, debido a que la fecha de Shakespeare corresponde al calendario juliano, que sería el 3 de mayo del calendario gregoriano y que Cervantes falleció el 22, siendo enterrado el 23.
La propuesta fue presentada por la Unión Internacional de Editores a la Unesco, con el objetivo de fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. El 15 de noviembre de 1995 la Conferencia general de UNESCO aprobó la propuesta en París, a partir de lo cual el 23 de abril sería el "Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor".
El "Día del Libro" fue propuesto con la finalidad de promover la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad. Sin embargo, en los países de habla hispana también se proclamó esta fecha como el "Día del Idioma", con el propósito de impulsar el uso de la lengua castellana.
En España, esta fecha se aprovecha para entregar el premio literario a los autores hispanos por el Rey de España, denominados Premios Cervantes. Este es el mayor galardón realizado a los autores hispanos.
La tradición de intercambiar libros corresponde a una leyenda en el Día de Sant Jordi, la cual narra que un dragón tenía asustados a los habitantes de un reino. Entonces, decidieron dar diariamente a una joven para saciar su apetito, pero pronto el país se empezó a quedar sin mujeres. Por fin, llegó el tiempo de dar a la hija del rey, y esta fue rescatada por un príncipe que mató al dragón. Sin embargo, cuando cayó la sangre del dragón al suelo ésta se convirtió en rosas que el joven dió a la mujer. Desde entonces, se instauró la tradición de dar flores a las mujeres y ellas a cambio libros en agradecimiento.
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