viernes, 4 de diciembre de 2009

LA DURA VIDA


Estaba muy tranquila jugando con mis amigas a contarnos los puntitos de nuestro cuerpo cuando de repente se acercó un monstruo enorme de color carne y nos metió a todas juntas en una caja donde casi nos asfixiamos. A los quince minutos aproximadamente nos sacaron de la caja y con unas pinzas gigantes nos metieron en otra caja con filamentos blancos y una sustancia líquida transparente. ¡Los filamentos mordían! Me estriparon y herida bajé por una rampa que resbalaba mucho hasta llegar a una especie de bolsa que se movía y me convirtió en papilla. Después me echó a un tubo largo y fino donde pasé mucho tiempo y al bajar otra rampa me atacaron un montón de bacterias dejando de mi sólo pequeños restos y los puntitos. Al final se veía una luz que me dió la libertad. Mis restos llegaron al campo donde volví a nacer y fui feliz con otras amigas y allí me casé y tuve muchas fresitas.

Última entrega relacionada con los cuentos que 3º A ha escrito sobre alimentos que viajan por dentro de nuestro cuerpo. En este caso es Marta la escritora.

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