DE POR QUÉ PARA TENER BUENA NOTA EN LENGUA HAY QUE LEER LIBROS Y VER TELEDIARIOS
La madre de un alumno de 1º de ESO me preguntó un día que qué podía hacer ella para que su hijo mejorara en mi materia. Su hijo no conseguía aprobar y, sin embargo, pasaba cada día al menos una hora con una profesora que le daba clases particulares.
Yo le confeccioné un listado (de folio por ambas caras) que, para mí, respondía a su pregunta. En él aparecía: leer unos diez minutos al día -siempre a la misma hora para poder ser controlado y para crear un hábito-, ver el telediario, ver una película y pedirle que te resuma el argumento o hacerle preguntas sobre el mismo, preguntar sinónimos, hablarle con vocabulario elevado, jugar al Veo Veo, jugar al Tabú, pedir que defina conceptos que finges no conocer, preguntar sobre qué versa una determinada canción, poner un título diferente a una película, charlar sobre las noticias, jugar a decir palabras que empiecen por una determinada letra...
A la madre no le gustó. Y, sin embargo, son mis convicciones. Avaladas, eso sí, por un informe PISA de varios años de estadísticas y más de cien páginas titulado "Let´s read them a story" que viene a sintetizarse en: si quiere usted ponderar las calificaciones de sus hijos,
cuando son pequeños, léales cuentos y, de adolescentes, charle con ellos sobre la actualidad.
No me parece tan complicado de entender que la calificación de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura no solo mide si el alumno encuentra el núcleo del sintagma nominal que hace de sujeto, que es lo que ha estado trabajando con el profesor de clases particulares hasta decir basta, sino que sobre todo mide: la capacidad que ese chico tiene de entender un texto, de resumirlo, de buscar sinónimos de algunas palabras que en él aparecen; la capacidad que tiene de construir un escrito bien puntuado, sin faltas ortográficas, cuyo contenido se corresponda con el nivel académico del alumno, con un vocabulario culto, que demuestre un conocimiento suficiente del mundo y sea coherente y cohesionado y adecuado al contexto (adecuado al registro culto de un examen, al tema que se le pide..) y donde demuestre el buen uso de las construcciones gramaticales y las reglas ortográficas que han aprendido en clase; la capacidad que tiene de exponer un texto oralmente y de entender lo vertido de forma oral.
A mi entender, no es suficiente la clase de Lengua. Si yo pongo en el examen un texto largo y el alumno no está acostumbrado a leer, en su casa no le hablan con un vocabulario culto...él tardará en leerlo, no entenderá lo que dice...y, por tanto, no será capaz de resumirlo, que es lo que puntúa ese ejercicio.
Y aún más influye el bagaje cultural del alumno, su conocimiento del mundo, en el ejercicio de "Entrevista a alguien a quien admires". En clase de Lengua no se enseña quién es el presidente del Gobierno, que a un cargo político de esa embergadura hay que tratarlo de "usted" o qué méritos ha acumulado el susodicho. Y ahí se destapa en qué emplea el tiempo libre cada uno y el
imput que cada cual recibe: sale el alumno que ve programas poco instructivos de televisión (porque entrevista a famosos de media capa), sale el que ve buen cine (porque escoge a ese tipo de actor), sale el que está habituado a que en su casa se hable con normalidad de la actualidad cultural, política y social (porque entrevista al Presidente del Gobierno y le pregunta por"los brotes verdes", demostrando un conocimiento contrastado del mundo)....
La nota de Lengua no es la resultante proporcional de las horas lectivas de por la mañana con el profesor correspondiente más las horas empleadas a tal fin para realizar la tarea en casa por la tarde. La nota de Lengua mide las conversaciones que habitualmente tiene un alumno, con quién y sobre qué temas; los programas que ve en televisión, los cuentos que lee, el nivel educativo de las personas con quienes normalmente se relaciona, las canciones que escucha, la interacción que tiene con el mundo, y el
feedback que recibe cuando habla, lee, escucha o escribe.
Eso mide la nota de Lengua. Por eso para mejorarla mi recomendación es, aparte de estar con las orejas bien abiertas y la espalda erguida en clase, leer más, y de todo, charlar sobre diferentes temas, jugar al Scatergories o al Pictionary, hacer cómics, ver junto con sus padres los informativos o ver buenas películas. Y, sobre todo, sobre todo, que la madre -tampoco lo preconicé yo, antes lo dijo PISA- no diga al niño que hay que leer mientras ella está sentada oyendo berrear a Belén Esteban en televisión. Quizá -quizá- baste con que ella esté leyendo un periódico o un libro.
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