A finales de la 1ª evaluación tuvimos que recobrar la figura de don Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador. En Bachillerato se enseña a comentar algún que otro fragmento con los recursos propios de la épica (la bimembración, la cesura, los epítetos épicos, los recursos mnemotécnicos...) y, sin embargo, cuando preguntas a un alumno quién fue el Cid y por qué la literatura dio buena cuenta de sus hazañas, a menudo no sabe bien qué contestar.
Es por eso por lo que este curso decidimos rescatar la historia del Cid y, o bien resumirla en forma de cómic, o actualizar aquellos hechos en un posible diario.
El resultado es que Pablo pasó el fin de semana encerrado a lo Forges en su casa, que Javier decapitó a media pandilla y que ahora tenemos la clase decorada, esto último hasta que la limpiadora nos dé el susto de nuestra vida.